Ana, de nuevo, aburrida, entrando a un chat, platicando, tratando de olvidar los problemas que cree tener todo adolescente, ahí conoce a María, una persona con historias que contar, con aventuras que despiertan la curiosidad de Ana, que comienza a confiar en María; pronto María tendrá el material suficiente para chantajear a Ana y pedirle conocerla. Lo que Ana no sabe es que María es en realidad un hombre intentando abusar sexualmente de ella; estamos en una situación de grooming.
Suena más espeluznante si cambias el nombre de Ana por el de tu hijo o hija. El grooming es cada vez más frecuente, y la mayor disponibilidad de redes sociales junto con la falta de supervisión de los padres, son factores que están haciendo esta práctica más popular y altamente peligrosa.
Este tipo de personas se valen de la ingenuidad de los niños y adolescentes, mismo lenguaje, mismos pensamientos confunden a la víctima, que cree estar hablando con alguien de su misma edad y condiciones, lo cual lo lleva a entablar una relación de amistad, y como toda amistad hay siempre un intercambio de secretos, de información e incluso fotos o videos. Tu hijo pronto se ve acorralado, ahora el agresor sabe cosas que podrían perjudicarlo, lo más común es intercambiar fotos o videos cada vez más sensibles, claro, el agresor también lo hace, no le cuesta mucho buscar fotos en Internet adulando ser esa persona.
Tu hijo no piensa en mayores alternativas que hacer lo que pida con tal de no sacar a la luz lo que ha compartido y así consigue más material, hasta que es lo suficientemente comprometedor como para planear un encuentro y abusar de tu hijo o hija. El miedo es tan grande que tu hijo se quedará callado, tal vez no confía en ti, o no quiere sentir que te ha fallado.
¿Cómo prevenir el grooming?
El grooming puede evitarse siguiendo las siguientes recomendaciones como padre de familia:
- Limita sus comunicaciones: es increíble como incluso niños de primaria o secundaria tienen celulares mejores que el tuyo, queremos darle a nuestro hijo todo lo que nosotros no tuvimos, pero abusamos en las cosas que deben tener a cierta edad, si no puedes darles un celular para que solo lo utilicen para emergencias, al menos controla lo que hacen en él.
- Las computadoras deben estar a la vista de todos: siempre es buena idea tenerla en la sala, donde al pasar puedes ver que hace, si cada miembro de la familia tiene su propio acceso a Internet, al menos contrólalo. Existen controles parentales, software que te ayuda a saber qué hace cada miembro de la familia, desde el simple bloqueo de sitios web, hasta un poderoso algoritmo que te avisará si tu hijo compromete su seguridad enviando información sensible a otra persona, algunos programas están disponibles para celulares también.
- Enséñales la importancia de la privacidad: acostumbra a tus hijos a no proporcionar su nombre completo en redes sociales, ni su dirección o teléfono. A todos nos gusta compartir fotografías de los momentos más significativos, pero recuerda que a mayor información demos al público, más susceptibles somos a este tipo de delitos o incluso otros como el secuestro, no te imaginas toda la información implícita que existe dentro de fotos, comentarios o publicaciones; nivel social, lugares que se frecuentan, horarios, rutas de transporte, etc.
- Conviértete en su mejor amig@: entre más cosas te cuente más control tendrás sobre ellos, no utilices esa información en su contra, de lo contrario perderás su confianza y evitarán decirte las cosas que verdaderamente buscas prevenir. Si intentan decirte algo, no te molestes, busca alternativas de castigo si es que han hecho algo mal, recuerda que eres un guía y buscas prevenir, si educas bien a tu hijo los estarás preparando para que el solucione sus problemas sin que tengas que estarlo castigando y regañando por todo.
Existen artículos e investigaciones que te recomiendan una serie de pasos específicos para evitar esto, yo me limito a tres cosas importantes como puedes notar, prevenir a toda costa el primer contacto por medios digitales, educar a tus hijos para limitarle la información al agresor y lo más importante, confiar en ellos para que si todo llegara a fallar, sepan que cuentan contigo.
Cuídalos, es lo más importante que tienes.
