Dar nuestros primeros pasos solos, renunciar a un sueldo seguro y emprender por tu cuenta es algo que da miedo y nos puede llegar a abrumar, pero si decides animarte, estos consejos pueden ser útiles para ti.
Destaca entre los demás: Pregúntate que es lo que no te gusta del servicio de tus colegas y realízalo tu. Mejora la atención a tu cliente, mantenlo al tanto, aprende de su negocio, anticípate a tus necesidades tanto como puedas, utiliza la tecnología a tu favor para mejorar tu servicio.
Especialízate: No es justo que tu cliente pierda solo porque tu le dijiste que conocías del tema cuando no era verdad. Busca una rama del derecho y especialízate en ella, saltar de un lado a otro tarde o temprano se va a notar en tu reputación, los abogados que se enfocan en una sola área se distinguen. El derecho es muy amplio como para que pienses que en verdad podrás dar lo mejor de ti en temas que apenas y conoces.
Prepara la transición: Pensar en correr a abrir tu despacho, de un día para otro pagar renta y gastos sería algo complicado. Comienza por buscar clientes mientras que tienes tu empleo, incluso algunos abogados prestamos las instalaciones para los casos particulares que nos pueden llegar. Habla con tu empleador y busca llegar a un acuerdo, todos hemos comenzado de la misma forma y algún día tu harás lo mismo por tu pasante.
Ahorra dinero: Si buscas tener tu propio despacho de abogados y trabajar directamente en los juzgados debes tener un ahorro, incluso si llegaras a tener clientes el pago puede retrasarse y algunos de nosotros estamos acostumbrados a pedirle al cliente en cada momento, se necesita una organización.
Ten lista la ayuda: Vamos comenzando y se nos puede presentar un caso del que no conozcamos mucho, no es malo pedir ayuda, siempre podemos tener el número de antiguos profesores, o amigos.
